Hola familias y feliz año.
Estas semanas nos dedicamos a generar dinámicas que están más relacionadas con la socialización y el afecto, dado que el grupo se ha incorporado progresivamente a la rutina. Esta semana, con la vuelta a la dinámica habitual, ha servido para ponernos al día de las vacaciones y ha resultado muy gracioso el observar su avance en el lenguaje y su expresión.
A medida que
pasan los días se sueltan más y hablando sobre sus regalos iniciamos un pequeño
debate una mañana sobre los Reyes Magos: qué comida se les dejó esa noche, los
regalos que trajeron y, principalmente, cuando una alumna dijo: ¿pero si estaba
la puerta cerrada? Y hacía referencia a que no sabía muy bien cómo entraron dentro
de la casa para dejar todos esos regalos. Otro dijo: por la chimenea. Y
entonces recordaron cuáles eran los personajes de los cuentos que entraban por
la chimenea, como el lobo o Papá Noel. Estos momentos, de compartir en grupo
sus vivencias y anécdotas personales se irán sucediendo y dejarán
progresivamente hasta final de curso las rutinas de las canciones en un formato
abreviado.
Nos pusimos al día recordando todo lo que han aprendido sobre el otoño con un pequeño mapa conceptual usando pictogramas en un panel que se ha ubicado en el aula. Así, siempre lo tienen a su disposición para el momento en el que juegan acercarse a este y recordar los colores, las canciones del otoño, identificar las emociones, etc. Ha sido una semana muy gratificante por el estado de ánimo en la clase, contentos por estar juntos de nuevo. Para mí, también. Son un auténtico encanto como grupo (y como personas).
Una primera novedad para este segundo trimestre es que
se dará una sesión completa en lengua catalana (los jueves). Esta será
de inmersión total con la lengua, como ya os anticipé en diversas entradas durante
el primer trimestre. En el tercero, aumentamos a dos en lengua catalana, dos en
lengua española y, finalmente, una sesión completamente en inglés.
Los contenidos serán a través del vocabulario de aula y de
las relaciones personales en el aula. Como ya os expliqué, es mejor optar por
la inmersión que no por modelos de dar una hora suelta cada X sesiones. ¿Os
inquieta que no me entiendan?
El lenguaje no tiene una dimensión exclusivamente
lingüística, en la comunicación interpersonal entran en juego muchos elementos
y, en esta etapa, especialmente no verbales (como gestos, entonación, postura
corporal, mirada,…). Y ahora, su aprendizaje es indiferenciado en las lenguas y
que mezclen palabras de diferentes idiomas para significar un concepto, es un
elemento enriquecedor en su desarrollo psicoevolutivo.
Otra de las actividades ha sido la recreación de un cuadro
empleando el estilo de Mark Rothko, uno de los pintores exponentes de la
abstracción en el arte y dentro de la escuela norteamericana. Otro del mismo
movimiento artístico que se empleará en el aula es Jackson Pollock, pero este
ya lo conoceréis más adelante. Rothko en sus pinturas y grabados (de grandes
dimensiones sus obras) perseguían un componente espiritual con la combinación
de los colores. Algo, que al igual que la escuela europea con ejemplos como
Mondrian, que representaba un lenguaje universal: el color y la forma. El
ejemplo que ponía Mondrian (uno de sus Tableau está recreado en el patio del
centro) era que cuando él pintaba un bosque holandés, solo conectaban con su
cuadro personas con un referente visual parecido, mientras que expresándose con
colores y formas ese lenguaje podía transmitirse universalmente independientemente
de la procedencia de la persona que observaba el cuadro.
Este es el cuadro con el que representamos en el aula el invierno y, por ese motivo, han creado su pequeño Rothko (y emplearemos este tipo de composición más veces). ¿Por qué escoger pintores abstractos? La razón es sencilla, desde el nacimiento su vista se comienza a definir (su cristalino en el ojo no se define hasta los 3 meses aproximadamente) y su relación con el mundo es con formas y con un alto nivel de contraste: blanco y negro (por eso los libros para primeras edades emplean ese contraste sin emplear fondos con paisajes que confundan la mirada del bebé). Así, su conocimiento del mundo también tiene un componente lógico-matemático: desde pequeño se inician en un proceso de formas, siendo el círculo negro una de sus visiones más evidentes (como agarrarse al pezón de la madre o la tetina para alimentarse).
En esta imagen podéis apreciar algunos de los álbumes que
hemos leído esta semana, entre los que había novedades para el grupo (y otros
que ya conocían de otras mañanas en los que mostramos por primera vez el
álbum). Como se os ha comentado, el éxito de una lectura es su repetición y,
por este motivo, un cuento con origen en la tradición oral: El pequeño
conejo blanco, usando estructuras repetitivas y rimadas les provoca una conexión
inmediata (les facilita la memorización y la musicalidad). De la misma forma, Diablote
de Teresa Durán les genera la misma sensación y empleando en su vocabulario los
colores. Elementos propios de su mundo. Otros como Adivina de Tristan
Mory juega con la sorpresa del formato con sus páginas desplegables o De la
cabeza a los pies de Eric Carle nos invita a narraciones en las que el movimiento
facilita la interacción y el juego. Finalmente, lo de Jutta Bauer nos adentran
en aspectos emocionales y con una narración con un vocabulario más exigente.
También hay momentos para narraciones de pequeños capítulos de los cuentos de
Arnold Lobel, como esta semana con el cuento de El invitado (ese invitado es el invierno) dentro de Búho
en casa.
Juntamente con Historias de ratones o las diferentes aventuras de Sapo
y Sepo, posibilitarán momentos en los que la imagen deja paso a la escucha cada
vez más atenta del grupo. Adoran los libros y eso es fantástico.
Para finalizar la entrada de esta semana, algunas de las
canciones de invierno que canto en el aula y ya bailan haciendo corros, filas o
parejas.
Y los peques, son un encanto y se les nota cada vez más
mayores. Hacen maravillas como estas:
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